Me gustaría explicarte mi experiencia personal

La Terapia me ayudó a sentir y reconocer mis emociones, identificarlas, hacerme cargo de ellas y ser yo quien las gobierne y no al revés, expresándolas adecuadamente para mí y para las personas que quiero. Aprendí a valorar la fuerza de las emociones en su justa medida: la Ira y el enfado para poner límites a quien me agredía y respetarme; La Tristeza que me permitió parar, escuchar mis necesidades y cuidar de mí; El Miedo que había vivido de manera desmedida, irreal y anticipatoria, volvió a su lugar aportando a mi vida sensatez y prudencia.

Con mi proceso de Terapia recuperé mi pasado, ordené mi vida y le di sentido. He aceptado con resiliencia los acontecimientos dolorosos que he vivido y siento que he crecido como persona. Hoy me siento más consciente, más auténtico, seguro y feliz.