Es posible que hayáis oído hablar o nombrar muchas veces la terapia Gestalt, pero ¿sabéis qué es? Es una Terapia centrada en ayudar a las personas a resolver sus problemas de ansiedad, angustia, inseguridad, baja autoestima, etc., de forma práctica, centrándose en el presente, ya que se fundamenta en el concepto que el pasado ya sucedió, y el futuro todavía está por venir, por tanto el aquí y el ahora son lo único y real a trabajar en la terapia.

La terapia Gestalt también parte de la premisa que las personas somos capaces de solucionar nuestros problemas de manera natural, en nuestra esencia hay una búsqueda constante para satisfacer nuestras necesidades y equilibrarnos, pero para poder hacerlo debemos seguir lo que nos dice nuestra intuición, confiar en nuestras capacidades, y apartar todo aquello que nos desvié de este camino natural. La terapia Gestalt ayudan a encontrar las herramientas necesarias para poder estar en equilibrio y harmonía con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Es necesario que las personas nos hagamos responsables de nosotros mismas para poder utilizar todos los recursos innatos que tenemos para poder satisfacer nuestras propias necesidades. Es por eso que la terapia Gestalt también se fundamenta en la propia observación para aprender de la experiencia y darse cuenta de lo que nos hace falta para iniciar el proceso de cambio hacía la harmonía.

El primer paso para solucionar un problema es identificarlo y reconocerlo, la negación suele llevar conflictos con uno mismo o con los otros, y la terapia Gestalt ayuda a ser conscientes de los que nos pasa y aceptarlo. El terapeuta Gestalt ayuda afrontar el problema con una actitud de acompañamiento, neutra y sin emitir ningún tipo de juicio o valoración.

Tal y como dice aquella frase “no permitas que los árboles no te dejen ver el bosque”, el terapeuta ve cosas sobre nosotros mismos de una forma objetiva, ayudar a un paciente a ver más allá es lo que permitirá que descubra que necesita y desea, y cuáles son los elementos que en el momento presente no le permiten conseguirlo.

Finalmente la terapia Gestalt nos ayuda a descargar la pesada mochila que no nos deja avanzar, y nos impulsa a encontrar en nosotros mismos los recursos que nos permitirán avanzar en el camino hacia la propia autorrealización.