El pasado lunes llevé a cabo el taller de Bioenergética y Meditación y quiero compartir con vosotros lo mucho que me ha aportado. Han pasado varias cosas que me han hecho sentir satisfacción.

Una de ellas, la más importante, la respuesta de las personas que participaron en él al terminar. Todos, cuando les pregunté como se sentían, me respondieron que muy bien, relajados, tranquilos y en paz. Más que las palabras fue su manera de responder lo que me sorprendió muy gratamente. Me llegó de ellos y ellas un agradable estado de bienestar.

Me sentí muy a gusto con esta respuesta, es un gran regalo para mí.

Otro regalo que me llevo, fue ser testigo de la energía vibrante del cuerpo humano cuando se realizan dos ejercicios básicos de la bioernegética que siempre hago en mis talleres:  el arco diafragmático y la toma de tierra. En concreto, en este taller dos personas  que no tenían conocimientos previos pudieron comprobar cómo sus cuerpos son capaces de vibrar y mover energía. Acompañarles en ese momento me produce una gran satisfacción.

Gracias a todos y todas por vuestra participación.

 

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